La última reunión familiar que recuerdo antes de la pandemia me delegaron para llevar empanadas de viento, lo que me eliminó la tarea de preparar mi infaltable parrillada argentina que me recomiendan regularmente para las reuniones familiares o de amigos.
Como siempre tuve que recurrir a una de mis entrañables ‘colaboradoras’ y en esta ocasión fue la abuela Lupita, mejor conocida como “Vita”, apodo ganado por ser la persona más dulce que conozco.
Pero esta vez me dijo que no me iba a ayudar haciendo ella misma las empanadas, pero a cambio me compartiría los secretos para conseguir las mejores empanaditas caseras que se come en la familia cuando “Vita” las prepara.
